El dos de enero debería, por obligación, ser soleado. Ya que andamos de cambio climático arriba y abajo, pues que se note. Que le den a uno ganas de ir a rehabilitación, a comprar comida, a dar paseos, a regodearse en la muerte lenta y dolorosa del año anterior. Un dos de enero lluvioso y gris hace que las risas y el sexo del uno de enero dejen de parecer un presagio de un buen año.
Se supone que los primeros doce días del año indican cómo van a ser los doce primeros meses. De lo que se concluye que febrero va a ser gris y perezoso, y no me apetece nada verlo así, aunque lo cierto es que tiene papeletas (y encima es un día más largo).
Me propongo, estos once días restantes, conseguirme un 2008 a mi medida. Lleno de cosas bonitas y de colores como la bolsa que me ha regalado mi madre y que no sé dónde narices colgar pero que colgaré porque es totalmente ácida y me encanta. Lleno de buenas intenciones que se convierten en buenas acciones. Lleno de gente pelirroja, de abrazos, de risas, de remoloneos, de logros, de tiempo para uno mismo, de sonrisas auténticas, de aire limpio, de caricias a los enanos, de caricias en general, de nuevos conocimientos (hoy he aprendido lo que era el misterioso Six Sigma), de sábanas limpias, de duchas calentitas, de cafés con prórroga, de ganas de encuentros, de pequeñas dosis de felicidad sin encapsular...
Saturday night (lirirarará)
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En medio de la fiesta, inicio de un larguísimo atardecer, se me acerca una
chica a la que no conozco de nada y me dice: "Eres muy simpático, me caes
muy...
Hace 2 años
2 comentarios:
Yo hoy estoy peléandome con el ordenador de mi madre, intentando abrir los puertos del router pero ninguna de las contraseñas que puede tener esto vale... así que espero que mi febrero no sea un mes demasiado críptico, porque no creo que me apetezca demasiado pasarme el mes configurando cosas... en fins.
Ala, feliz segundo día ;->
Yo quiero tu 2008, suena tremendamente bien.
;)
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