31.7.09

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De momento, los 25 años huelen a cítricos y a la colonia del Chico Trotamundos. Suenan a llamadas sorprendentes (por ser la primera vez en 25 años, creo). A una conversación larga con el Chico Cósmico sobre el significado de los cumpleaños acabados en cero o en cinco, y en si es normal o no que tenga crisis existenciales en función de mi edad biológica y no de mi edad conductual (qué bien volver a usar un diccionario después de tanto tiempo escribiendo sólo lugares comunes).

Propósitos para los 25:
1) Dejar de estar coja (Chica India, me lo he apuntado: "Brindar por mi salud").
2) Hacer lo que prometí hacer anoche antes de caer en coma tras los espaguetis de cumpleaños.
3) Sentirme viva todos los días.
4) Juzgar un poco menos a los demás y pensar que lo que hacen representa algo para ellos aunque a mí me suene a tópico barato.

Creo que es suficiente. Las cosas concretas, tipo el punto dos, están apuntadas en mi libreta, y supongo que crecerán exponencialmente esta quincena.

Besos con la cabeza en Almería.

29.7.09

Acabamos de cancelar el viaje a Praga. Me siento como si, de tanto hablar de mi verano, hubiese colocado sobre este una enorme nube negra escupiendo rayos de mala suerte. En realidad, dos planes de cuatro no está tan mal. Pero durante todo este tiempo, pensaba que esos cuatro planes eran el principio, y no el máximo...
Si sigo acumulando motivos estallaré en una especie de Big-Bang del mal rollo. Cuidado, que escupo.

26.7.09

Hoy no quiero ser yo

Lo que hicieron antes
se convierte en algo normal.
Ya no es excitante,
intentaremos algo más.

Le dice a sus amigas
algunas de esas cosas no estarían mal,
quiero probar algo nuevo.

Así que ha conseguido,
algo que no puedo nombrar,
porque este día,
va a ser un día especial.

Le dice a sus amigas,
o efiero estar muerta que aburrirme así.
Voy a probar algo nuevo.
Hoy no quiero ser yo....

No me importa lo que va a pasar.
No voy a seguir así ni un día más.
No me importa lo que va a pasar.

Le dice a sus amigas,
algunas de esas cosas no estarían mal,
quiero probar algo nuevo.

Le dice a sus amigas,
prefiero estar muerta que aburrirme así.
Voy a probar algo nuevo.
Hoy no quiero ser yo...

(Nuevas sensaciones, Los Planetas)

He batido todos los récords. El de mala leche, el de lágrimas injustificadas, el de horas dormidas de 24 de forma intermitente, el de ganas de lanzar cosas por las ventanas, el de cosas empezadas y dejadas a medias, el de aburrimiento.

Creo que voy a empezar a hacer estupideces de un momento a otro, si es que no he empezado ya sin darme cuenta...

25.7.09

¿Qué hace uno cuando se tiene tanta lástima de sí mismo? ¿Se apadrina?
A ver cómo le explico al banco que quiero transferirme un euro al día de una cuenta a otra para sentirme mejor...

Sleepy Hollow (Rodarán cabezas)

18. 18 despidos en mi ex-empresa en el plazo de cinco días laborables. 18, nada menos. Unos cuentan 15 y otros cuentan nosécuántos. Qué más da. Viene siendo el 20%, punto arriba, punto abajo.
Me dicen que lo he hecho fenomenal, porque me he ido antes de que se pregunten por ahí a cuánto está el kg. de carne, antes de las humillaciones, antes de las despedidas masivas. Yo pensaba que había perdido cantidades ingentes de dinero útil para nuestro Yankee Roadtrip 2010, pero en el fondo seguramente tienen razón. No es nada divertido tener miedo a que alguien te toque en el hombro.
Como una especie de partido de paintball. Sin más criterio aparente que ese.
Soy una asquerosa sofista, ya lo he dicho muchas veces. Si me pongo en el lugar de alguien que tiene un Consejo de Administración con los accionistas una vez al mes, puedo justificar casi cualquier cosa. Pero un despido carísimo de una persona que ha demostrado su versatilidad y que es un prodigio de conducta adecuada a los valores de la empresa, no.
Ayer, estábamos todos de acuerdo en eso. Y mira que es difícil ponernos a nosotros de acuerdo en algo, sobre todo desde que el verano ha hecho imposible encontrarnos "donde siempre" los viernes y cada cual se va a un sitio alternativo.
Da bastante vergüenza ajena, la verdad. Sobre todo, cuando uno lee esas cartas abiertas extraídas directamente de algún capítulo central de algún libro de management de los 90 mezcladas con un poco de discurso político vigente.
Propuse un juego: la próxima vez, tenían que pedir a esos directivos que les explicaban lo que estaba pasando que no utilizasen palabras de más de tres sílabas. Al principio eran dos, pero como "crisis" entraba, pensé que podíamos ceder hasta tres. El reto es decirlo sin las palabras: "compromiso", "entusiasmo", "privilegio", "liderazgo", "profesionalidad", "reciclaje", "ilusionante".
Y si quitándoles todas esas palabras siguien siendo capaces de explicarme qué está pasando, entonces haré de tripas corazón y procuraré creérmelo.
Mientras tanto, sigo pensando que esa carta significa tan poco como el resto de panfletos que me han hecho escribir estos últimos años.
Maldita retórica empresarial.

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La tortura Vodafone
Esta modalidad de tortura, creada a principios del siglo XXI, busca romper el equilibrio mental del torturado sometiéndole a complejas técnicas de maltrato psicológico.
Su mecanismo, basado en procedimientos desarrolladas por los psicólogos nazis, consiste en dar esperanza al sujeto torturado para arrebatársela de inmediato. Así, la tortura Vodafone se ejerce en forma de laberínticas conversaciones telefónicas con personas de América del Sur que, cuando crees que te han entendido, te pasan con un robot que, a su vez, te da paso a otra persona de América del Sur que no sólo desconoce lo que ya has hablado con la persona anterior, sino que afirma que lo que ella te ha dicho es imposible, por lo que te da paso a otro robot y así sucesivamente. De ahí que la tortura Vodafone sea también conocida como "la pesadilla robo-peruana".
Según estudios psicológicos realizados por universidades europeas, una persona que sufra la tortura Vodafone no tardará más de 10 minutos en sentir malestar físico. Varios expertos señalan, además, que una prolongada exposición a la tortura Vodafone podría llevar al suicidio del torturado, lo que en ningún caso garantiza que el fallecido deje de recibir las facturas hasta que expire el contrato de permanencia.
(Extraido de Mi mesa cojea bajo el título de Torturas Contemporáneas I)

Una verdad enorme que puede llegar a multiplicarse por mil si lo que intentas es conseguir información del departamento de promociones, al que, obviamente, no tienes forma de contactar directamente.

Y sí, ya nos dieron las entradas, pero os aseguro que no tuvo nada que ver con las decenas de llamadas a (des)Atención al cliente.

24.7.09

Aburrida cual simio

Bueno, pues al fin soy una damisela andante de nuevo. Andante quizá no, más bien renqueante, pero todo se andará (ahora sí).
Empiezo a sentir el vértigo de las horas muertas. Supongo que cuando llegue septiembre no me pesará tanto estar en casa (salir de ella, además, ayudaría); pero de momento me parece poco divertido, la verdad. Empiezo a ver salir de su escondite todo el peso de mi educación materna: me desquician las pelusas, las motas de polvo, la aspiradora sin pasar, los cacharros sin fregar. Esa imagen de maruja obsesionada que me resultaba tan ajena se acerca a pasos agigantados hacia mi identidad. Da miedito.
Afortunadamente, aunque cada poco me levanto y hago un ejercicio de buena voluntad, tampoco estoy para limpiezas generales, por lo que me contento con mi bono mensual de Megavideo y todos los capítulos de The Big Bang Theory, los infinitos tests y quizzes de facebook, y ese enorme potencial desaprovechado de mi lector de feeds. Hoy he visto tantas cosas buenas que casi cuelgo un post de macedonia de plagios. Este mundo está lleno de gente observadora, inteligente y con una exquisita creatividad para la crítica. Por suerte para todos, pero muy especialmente para los que estamos esposados al sofá.
Me he bajado, además, las obras completas (o al menos lo que había de ellas en mi Outlook) del Chico Escritor a mi eBook. Lo que pasa es que en estos momentos mi pequeño Haiku (yo y mi manía de nombrar todo lo que pasa mucho tiempo conmigo) está resultando un poco irritante. De pronto su pantalla parece tremendamente pequeña. Creo que es mi ansia de absorber información, y espero retomar nuestra historia de amor en breve.
Mientras tanto, siempre me quedará jPod...

22.7.09

Con luces de neón

Tengo un cartel en la cara que dice: "Gremio de la medicina, venga aquí y ríase de mí".

Y no es nada divertido, al menos para mí. En serio.

La médica sustituta llega veinte minutos tarde. Atiende a un señor en cuarenta segundos y pasa la chica que va antes que yo. Que está dentro de la consulta veinticinco minutos. El Chico Cósmico y yo intentamos echar cuentas de si a mí me ha atendido tanto tiempo mi psiquiatra, sumando todas las consultas en año y medio. Concluimos que es muy posible que no.

Cuando por fin entro, la doctora ni siquiera me invita a sentarme, cortesía que me tomo por mi propio pie inmovilizado. Le saco la hoja de Urgencias del Hospital de Castellón y me pregunta si quiero la baja.

- No, si no trabajo.
- ¿Necesitas Ibuprofeno?
- Tengo una caja, gracias.
- ¿Y entonces, para qué has venido?
- O_o En la hoja [Inciso: hoja que ella acaba de leer en voz alta, incluyendo la frase a continuación] indica que hoy debía revisarme el médico de atención primaria.
- ¿Y qué quieres que te revise?
- O_O El pie...
- Ya. ¿Y para qué?
- O_O, pues supongo que para quitarme el vendaje y decirme si puedo andar.
- ¿Andar? No, no, andar no. Yo misma tengo un esguince que se me está hinchando porque sí que tengo que trabajar. Los esguinces son quince días, siempre.
- Pues me dijeron en el hospital que cinco. No sé, quizá tampoco sea un esguince, o sí, pero no sea para tanto... Sin verlo... (ejem).
- No, no, no. Si no tienes que trabajar, no tienes que andar: el pie en alto quince días.
- ¿No vas a mirármelo?
- ¿Para qué?
- [Sensación de dejà-vu...] No sé, al menos para cambiar el vendaje.
- ¿Está sucio?
- (Suspiro)
- Si está sucio, te lo cambio.
- Está dado de sí.
- Ah.

Se va y llama a una enfermera a la consulta de al lado. La enfermera le dice que me haga un volante para la sala de curas. Yo me voy del ambulatorio echando espuma por la boca, y el Chico Cósmico se para en una farmacia a comprar Voltarén y una venda elástica. En pleno ataque de autocompasión llamo a mi madre con intención de pedir asilo político con enfermera 24 horas. Mi madre dice que tengo que dejar de cabrearme con los médicos, y que me vaya mañana a que me vean por el seguro. Yo me oigo gritar como desde lejos, algo sobre pagar impuestos y pagar un seguro por duplicado y no conseguir que ningún médico me atienda. Debo de estar asustándola, porque me cuelga y me dice que hablamos mañana.

Me liaba a tiros ahora mismo. Lo raro es que no pasen más cosas...

Esto ya no es lo que era...

No he encontrado el vídeo de la entrega de premios de OT1, pero en la de 2005, daban 300.000 € a Sergio en concepto de adelanto de royalties:



Ayer, sin embargo, daban a Mario (ganador de OT 2009) 30.000 euritos.





Que digo yo, que para un sueldo de persona normal, uno no vende su privacidad al mejor postor...
Esto de ser artista, ya no renta.

21.7.09

El cuarteto de Alejandría

Hay cosas peores que estar inválida en verano y necesitar ayuda para ducharse.
Por ejemplo, estar inválida en verano, necesitar ayuda para ducharse, y no estar leyendo Mountolive.
Cada vez que abro un nuevo volumen de El cuarteto de Alejandría de Lawrence Durrell me dan escalofríos en la espalda.
Los he espaciado bastante porque un día encontré Clea en una librería de segunda mano en una edición que me encantó y decidí no comprarme ni un sólo tomo más si no era de esa misma editorial. Mejor.
Porque así, una vez al año, o cada dos, encuentro un tomo nuevo, lo empiezo, y vuelvo a embriagarme como si fuera el primer libro para adultos que leo.
Supongo que muchos de los amantes de la lectura recordarán esa sensación. La que tienes cuando pasas de El pequeño Nicolás y los libros de Espacio Abierto a leer libros de verdad. En mi caso, creo que el máximo estertor fue Lolita; a veces me pregunto si es realmente la más hermosa historia de amor jamás escrita o, simplemente, el primer libro adulto del que me enamoré.
La sensación de que no se trata sólo de contar historias, o de contarlas bien. La de que uno puede intercalar en esas historias bien contadas frases como "Cubitos de hielo como almohadas para un oso polar de peluche", porque sí, porque es tu libro y juegas con las palabras como quieres.
La forma en que Durrell nos cuenta cientos de anocheceres alejandrinos y cada una de ellas es un retrato impresionista con las mejores palabras que tiene el diccionario, mezcladas con la exquisitez de un cóctel de lujo.
Aunque no tuviera nada que contar, aunque no retratase cada tipo psicológico existente en todas las capas de la sociedad (no de Alejandría, sino del mundo en general, incluso ahora, tantos años después), aunque el amor no invadiera cada página aun tratando rituales religiosos que el autor finge que no le fascinan... Seguiría siendo una obra maestra.
Una, no. Cuatro.
Estoy tan embelesada que he decidido ponerle los cuernos a mi edición viejita y bajarme los cuatro eBooks a mi Papyre. Creo que voy a pasar el verano literario de mi vida. Si no hay festivales, si no hay fiestas... Al menos me queda Durrell, y el desierto, y las lágrimas de Isis.
Por favor, léanselos. Que son increíbles.

Mi verano de festivales y yo

Mi señora madre dice, amablemente, que "Dios escribe recto con renglones torcidos". Yo empiezo a tener mis dudas. Muchos años soñando con empalmar un festival tras otro, y cuando lo decidimos:
1) No quedan entradas para el fib.
2) Nos tocan las entradas para el fib gracias a mi operador de telefonía móvil (dos días después, su competencia me llama para igualarme "cualquier oferta que me haga mi operador actual". Pruebo a pedirle otros dos abonos, pero no cuela).
3) Nos vamos sin saber muy bien cómo ni con quién quedaremos para el Contempopránea.
4) Llegamos a Benicàssim y nos encontramos con que el abono es sin camping. Nos gastamos en una pensión lo que nos habría costado el abono. Respiramos hondo mientras nos apuñalan y pensamos que al menos tendremos ducha.
5) Tras unos días de descanso y achicharre playero, empiezan los conciertos el jueves. Muy buen principio; tanto, que el Chico Escritor nos pone a la Chica India y a mí un apodo ciclista que tardo varios días en entender.
6) Llega el viernes. Qué decir del viernes que no se haya dicho ya, con todas esas personas que aparecieron el sábado con sus camisetas de "Yo sobreviví al viernes del fib '09".
7) Nos hemos perdido Kings of Leon pero reprograman Los Planetas. Vemos a Maxïmo Park a costa de que Lily Allen cancele por enfermedad. Empieza a parecer que van a boicotear todo concierto que la Chica India quiera ver. Yo pienso en Christina Rosenvinge pero creo que debería rendirme: cada vez que voy a ir a verla, pasan cosas horribles. Está bien, oiré el disco en casa.
8) Siempre nos quedará Josele. Tenía casi tantas ganas de ver a Josele Santiago como a cualquier cabeza de cartel. Da un conciertazo que acaba con quince minutos de Ole papa.
9) Como soy una inconsciente, decido decir: "Después de este concierto, ya no necesito más". Inmediatamente, un dolor penetrante en la pierna izquierda. Al día siguiente me entero de que se llama fascitis plantar+esguince leve.
10) La Chica India casi acaba a puñetazos con todas las fuerzas de la ley y el orden de Castelló. Yo, no más civilizada pero sí bastante menos en forma, empiezo a pensar en cartas al director y en recoger firmas para que haya una casilla de "No a la guardia civil" en la declaración de la renta. Me expliquen por qué tengo que pagar a un señor que se pasa la noche junto a su coche para indicar a la gente que hay una parada de taxis. ¿Que tienes el pie vendado? ¿Que no puedes andar? Muy bien: quédate aquí (y tú toda esperanzada, y sólo significa: "Quédate aquí y no cojas un taxi en tu vida"). Respuestas surrealistas del tipo de: "El chico de la silla de ruedas también ha hecho la cola". Pues muy bien, oiga. Debería caérsele la cara de vergüenza.
11) Domingo, hospital general de Castelló (que, por cierto, ha desbancado sin esfuerzo a Albacete en la lista de ciudadesmásfeasdeespaña). Una enfermera muy enfadada porque tiene que mover la silla de ruedas hasta la otra entrada. "Ya podríais haber entrado por aquí". Pues sí, oiga. Y ya podría no haber tenido que venir. Le aseguro que no es por gusto. La Chica India jura que sólo volverá a poner un pie en Castelló si es dentro de un ataúd. Yo hago la ferviente promesa de dejar de criticar la gestión sanitaria de la Aguirre si consigo salir de ahí.

Parece que mi pie se va recuperando y hasta que los conejos se van haciendo a la idea de que ahora tengo ruedas pero ninguna intención de atropellarles. Espero al menos llegar al Contempopránea. La pregunta es si, visto lo visto, no debería quedarme en casa quietecita, porque, claramente, este no es mi verano...

8.7.09

Titulares

De la portada de El País en este momento, y obviando el homenaje a Michael Jackson, sobre el que prefiero no pronunciarme para no perder a los amigos que me queden:
- La tensión étnica estalla en la capital de Xiajiang.
- EEUU apoya la mediación de Óscar Arias en la crisis de Honduras.
- De miss a bandida (Juzgada una ex reina de la belleza por secuestrar a sus ex suegros, empresarios textiles) [*No esperaba encontrar tanta X en un solo titular...]

De la página de inicio de iGoogle, sección noticias:
- La mayoría china lanza una cacería de uigures en Xinjiang
- Duelo en la calle entre partidarios y detractores de Francisco Camps

Definitivamente, hace demasiado calor. Pero, ya que estamos, podría estallar una revolución francesa. Esto es un rollo.