8.1.10

Fechas de caducidad

Cuando estábamos en el instituto, el Profesor Macabro (ese que celebraba el día de todos los muertos bastante más que las navidades) tenía una manía bastante preocupante. Unas semanas antes de cada evaluación, nos miraba a todos (en aquel aula dispuesta en forma de U), y tras un rato de silencio, preguntaba: "¿Alguien ha mirado últimamente la fecha de caducidad de los cartones de leche de la nevera?". El tema era algo así como que cuando el cartón de leche marcaba la fecha de los exámenes, era el momento de preocuparse por lo que aún no habías estudiado.
Yo, que siempre he sido más de la fecha de los yogures que de la de la leche, tendía a reírme de este rito trimestral.
Pero ayer, la Chica Rubia y la Chica Mariposa tuvieron sendos ataques de pánico. Y yo descubrí que mis trabajos tienen que estar antes del 11 de febrero, y no a partir del 8. Y esta mañana, tomando el café, he visto que el cartón de leche marcaba nada menos que el 28 de febrero.
Tengo menos que un cartón de leche para los ocho trabajos que me quedan.
Y ahora sí que estoy nerviosa, y ahora sí que quiero un Ctrl+Z para mi vida, para coger todas las horas que he pasado esta navidaz haciendo el tonto con el pequeño robahoras de Facebook, mirando al infinito, durmiendo a deshoras y viendo cine francés, y emplearlas en documentarme y escribir.
Tarde, ya lo sé.
Pero siempre es mejor empezar tarde que no empezar.

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