Me toman prestadas frases como estoydescontenta, y en simultáneo cuelgo en el blog de mi empresa un artículo llamado "Sentir los colores" y hago un llamamiento al orgullo de pertenencia. Mi vida está tan llena de incoherencias como una noche en el Destino. Noches aquellas, las del Destino.
Intento frenéticamente pensar en supernochísimas, y luego me da miedo ir a las cañas con la gente del trabajo. Dejo de tomar las pastillas y me siento mejor, vuelvo a tomarlas y me siento peor. El Psicólogo pregunta por qué no dejar el trabajo. El Chico Escritor pregunta por mis ahorros, y ahora cualquiera puede despejar la incógnita y resolver la ecuación.
Estoy encarcelada. En una jaula de oro en la que no pasa nada si amanezco a la una y media, salvo el terrible dolor de conciencia y la obligación pesándome sobre los hombros, tendré que trabajar el fin de semana. La gente no contesta por el Messenger, pero por supuesto sí que escribe para dar órdenes sutiles que no quedan registradas en ninguna parte. Como el "La Jefa inabreviable me ha llamado y quiere que...". Como las cosas que surgen el viernes después de mediodía y deben estar resueltas el lunes antes de media mañana. Como tantas otras cosas.
Volver a la agenda, frenéticamente. Cancelar compromisos que son sustituidos por otros ladrones de tiempo. Echar de menos a la persona con la que vives, y luego pelearte con ella en cuanto que estáis juntos. El puto estrés. La puta rutina. Nos queremos a rabiar, no hay más que ver que luego nos llamemos tres veces para pedirnos disculpas mutuas y tiempo para nosotros. Pero el caso es que nunca estoy sola, siempre hay gente hablando en mi cabeza, y lo que dicen no me gusta.
Ayer, el Chico Escritor y yo estuvimos en un concierto terrible (quiero pensar que por el entorno) compartiendo penas. Es muy raro, eso. Quiero decir, para eso están los amigos, claro. Y esos ratos también se difrutan, por supuesto. Pero eso no quita para que sienta que si el Chico Escritor y yo estamos juntos es para ser cínicos, divertidos, interesantes, hiperactivos. Y no esta apatía y estas caras de pena que nos ponemos como si dijéramos sálvame pero sin ningún tipo de petición subyacente.
Ganas de algo indeterminado, como siempre. Proyectos creativos para el verano. Viajes en el calendario. Mil motivos para estar ahora en una terraza con un tinto de verano, y no en casa fumándome el enésimo cigarro y pensando en que debería echar el pijama a la lavadora.
Pero, señores, no se puede fingir que nada de esto ha pasado.
Casi me muero, ¿saben?
Y eso es jodidamente difícil de asumir.
Y cuando uno vuelve una y otra vez sobre el tema se da cuenta de que en cualquier momento las cosas pueden llevarle al mismo punto, y da mucho miedo saber que podría no tener la suerte de contarlo.
Y sólo quiero ser pequeña y tener una casa llena de estanterías con libros y jugar con los conejos que ahora están asilvestrados y no quieren saber nada de mí, y, joder, ser un poco feliz, un rato, sentirlo y no sólo saberlo. Estoy harta de decirme a mí misma soyfeliz y esperar a que me pase algo por dentro.
Saturday night (lirirarará)
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En medio de la fiesta, inicio de un larguísimo atardecer, se me acerca una
chica a la que no conozco de nada y me dice: "Eres muy simpático, me caes
muy...
Hace 2 años
1 comentario:
Así, brevemente y por alusiones:
1- El concierto no fue terrible. Se ve que vas a pocos conciertos últimamente :-P Fue en el Top of the Pops y versioneó a Luis Ramiro -"si te encuentro de frente un 14 de febrero, habrá unos 15 regalos, 16 pares de besos para ti..."-, así que le ponemos un sufi.
2- Pero yo ya te dije que no podía ser cínico, divertido e interesante todo el rato. Te lo dije a los dos días de conocerte y lo publiqué por todos lados. Otra cosa es que no quieran re-editarlo, pero la situación es la misma. Si nos exigimos que cada noche sea una noche mágica, acabaremos decepcionándonos.
3- No creo que ninguno pretenda salvar al otro, pero eso no quiere decir que vayamos a dejar de estar atentos. Adelantarnos. "Pero, señores, no se puede fingir que nada de esto ha pasado."
Pues no. Esa frase es la más inteligente de la semana junto a la de "lo mejor es buscarte una chica que ya tenga novio, porque al menos sabes que es capaz de tener novio".
Besitos, te veo luego.
Guille
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