En pleno martes horribilus, el Chico Escritor me llama, después de separarnos, para decirme que deje de tener miedo. Que no estoy haciendo las cosas tan mal como yo me creo. Y al rato, dice "sentirte amenazada", y caigo en que es eso. No se trata de tener miedo en general. Se trata de tener miedo en concreto. Una sensación bastante paranoica de que está yendo todo contra mí, de que me echan males de ojo, de que esas 48 horas de tranquilidad no van a llegar nunca.
El mundo como ataque personal.
Y el caso es que ya sabía que no era contra mí, que a todo el mundo le pasan cosas malas (véase momento robo en el Burger King del bolso de Mi Media Infancia, obviamente no tanto contra mí como contra ella, lo cual es desastroso para mi plan de convencerla de que esta Ciudad no es Hostil, pero poco más), que las cosas malas no dejan de pasar ni siquiera cuando no las vemos, y que nuestros problemas son problemas de ricos.
Pero ya se sabe que el primer paso es reconocerlo, y yo no lo estaba dando. Sí, me siento amenazada. Tanto, que cuando me pongo nerviosa pienso en mi llavero como puño americano (que habría que verme a mí intentando defenderme por la fuerza, en cualquier caso). Tanto, que cuando soy consciente de que estoy hablando me callo a media frase. Tanto, que cuando la gente me pregunta por ese arranque carismático que nos ha dado esta semana lo único que me apetece es esconderme antes de que se vuelva contra mí. Tanto, que huyo del Profesor de Dudosas Iniciales. Tanto, que pienso en Google como una herramienta para arruinarme la vida.
Sólo que, sabiéndolo, hoy me he tomado las cosas de otra forma completamente diferente. El mundo da mucho miedo, sí, pero no soy el objetivo de nadie. Y eso de que el mundo no discrimine me resulta extrañamente tranquilizador.
Saturday night (lirirarará)
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En medio de la fiesta, inicio de un larguísimo atardecer, se me acerca una
chica a la que no conozco de nada y me dice: "Eres muy simpático, me caes
muy...
Hace 2 años
5 comentarios:
Jajaja
Qué curioso que te tranquilice saberte en manos del azar. Para la mayoría de la gente esa idea es la que resulta aterradora.
Besos!
En un Burger King solo pueden pasar cosas terribles. Solo a ti se te ocurre...
Yo creo q las cosas pasan sin más e incluso sin q nos demos cuenta (vease el robo de mi bolso, como tú has dicho). Lo importante, en este mundo asqueroso que gira al revés, es mantener la calma y relativizar...
La_Esperada, por eso lo de "extrañamente"...
Bret, bromas aparte, gafar ese Burger King es un horror. Ya me dirás qué voy a comer cuando vaya a verte.
Mirta, hago progresos en lo del relativismo, pero me temo que no en lo de la calma...
Te hago unos huevos con patatas, no te preocupes. O sacrificamos un pollo para que te lo comas.
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