- Estoy hablando en serio. Las cosas importantes, las únicas cosas importantes que existen en el mundo, se escriben con hache, y, por el contrario, se escriben sin hache las infinitas cosas que no tienen importancia.
- Explica eso -pidió Zambombo, interesado.
- No hace falta explicarlo. Basta con repasar el diccionario. Busca las cosas trascendentales, y sólo las hallarás en la H. Los "hijos", con hache; el "honor", la "honra", con hache; Dios ("Hacedor Supremo"), con hache; "hombre", con hache; la materialización de Cristo (la "Hostia"), con hache; la "hidalguía", con hache; el "habilitado", que es el que paga, con hache…
Hubo nuevas risas.
- Os hago reír, ¿verdad? Reír es lo más importante del mundo: y "humorismo" se escribe con hache…
- ¿Y comer? ¿No es importante comer?
- Ya lo creo… Por eso, los alimentos principales se escriben con hache: "harina", "huevos"… ¿Tiene importancia el día de mañana? No, porque aún no ha llegado. ¿Tiene importancia el día de ayer? No, porque ha pasado ya. Pero el día de "hoy", que es importantísimo, ya se escribe con hache. ¿Y hay algo tan importante como el "hambre"? ¿Y como la "higiene"?… Amigo se escribe sin hache, pero cuando es un amigo de verdad, entonces se escribe con hache, porque se le llama "hermano"… Un mineral conmocionó el mundo, fue padre de todo y creó la civilización: el "hierro". "Honradez" se escribe con hache…
Fermín hizo una pequeña pausa para agregar:
- Todos los símbolos de las cosas importantes tienen su hache correspondiente… "Hecatombe", o sea el siniestro máximo; la "hidra", lo más dañino; el "hada", lo más benéfico; la "hélice", que es lo que impulsa; el "hueso", que sostiene el edificio humano; "Hércules", que es la fuerza; "hermosura", que es la belleza; "horrible", que es la fealdad, con los superlativos de "horroroso" y "horrendo"; el "himeneo", que representa el matrimonio; los "himnos", que sintetizan el ideal patriótico de los pueblos; el "hogar", refugio de los que tienen la misma sangre… Y esa misma sangre, ¡tan importante!, es la "hemoglobina"… y cuando esa preciosa sangre se vierte, cosa gravemente trascendental, surge la "hemorragia"… El fuego se representa con la "hoguera" y el frío con el "hielo". Dos verbos imprescindibles, que personalizan el esfuerzo humano de muchos siglos, son "hacer" y "hablar". "Humanidad" se escribe con hache. Y la Humanidad dio un paso gigantesco cuando empezó a usar el "hilo" para confeccionar sus ropas. La altura mayor del planeta es el "Himalaya", y el primer médico, "Hipócrates", y el primer poeta, "Homero", y los mejores cigarros, los "habanos"… y ahí, en la moderna América del Norte, tenéis un río, que por sí solo ha creado un pueblo nuevo, una raza nueva, y que ¡naturalmente!, se escribe con hache; me refiero al "Hudson".
- ¿Y el valor? ¿El valor no es importante? -dijo Zambombo-. Y sin embargo…
- Cuando el valor llega a ser algo importante, nace el "heroísmo"; es como el caballo, ese simpático animal que también se escribe sin hache, pero que cuando es verdaderamente bueno, tiene hache, puesto que se le destina al "hipódromo"; y todo lo relativo al caballo es "hípico"… Al asesinato de un ser humano se le llama "homicidio". El…
- ¿Y el Sol?… ¡Sol se escribe sin hache! -interrumpió Dolly.
- ¡Ignorante! ¿No sabes que Sol es "Helios"? A veces hay que retroceder a la antiguedad para encontrar algunas haches destrozadas por el uso. El pueblo elegido de Dios fue el "hebreo"; el pueblo constructor y precursor, los "helenos", y el pueblo destructor y retrógrado, los "hunos". Y es importante la "Historia", que se escribe con hache, y cuando alguien ejecuta algo grande, se dice que ha llevado a cabo una "hazaña". ¡Pero, hombre! Si hasta las mejores barajas son las de Fournier, don "Heraclio".
Esta vez las risas se le contagiaron al camarero.
- Por eso -siguió Fermín- el amor, que no tiene importancia ninguna, se escribe sin hache. No debe tomarse en serio el amor… ¡"Amor" se escribe sin hache!… Hay que reírse de las cosas escritas sin hache…
Hay un montón de cosas escritas sin hache por ahí, a las buenas de dios, pero mis hamigos no hace falta que sean hermanos, son hamigos, a secas.
Son hamigos que saben confundir camiones de basura con gaviotas, que saben hacer que una barbacoa se cambie por un concierto y todo esté bien, que saben resumir un día en un JPG y quedarse mudos ante el "quiero ver las reposiciones", que tienen libros sobre cómo se comportan los conejos, que quieren leer libros sobre cómo se comportan los conejos, que saben apreciar una casa sin paredes, que te cuentan sin escrúpulos historias de tijeras, que te hacen olvidar que 8 años son solo 8, que te stalkean cuando pasan por tu barrio, que hacen magia y te producen ganas de trabajar, que tienen tanto arte que convierten cualquier material en cosas bonitas, que viven en un permanente santodecirsí, que te mandan postales con sellos de conejos, que te regalan canciones, que...
Mis amigos, qué quieren que les diga, son hamigos, y con ellos es inmensamente complicado no ser feliz todo el rato.
Y el planeta entero, el que cabe delante de mis ojos, al menos, está lleno de hamor.
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