30.8.13

Los jueves son los nuevos martes

- ¿Os vais a emborrachar?
- Yo NO.

Mal humor y estrés y soy mucho mejor persona cuando no trabajo.

Pero de pronto son las 4 y 10 de la mañana y ando mandando Whatsapps de "no me puedo quejar" a Mi Media Infancia, que no para de llamarme mujer alfa, y es muy divertido.

"Que bajen las luces y suban la música". Así se puede resumir todo lo que le pedimos a la vida, señores. Otro minipunto para la Sobrina Fantabulosa, que ayer nos autodenomina La Extraña Pareja, y es que no podemos pegar menos pero mi vida hoy sería peor si no la hubiera escuchado, y la Chica PinUp me enseña que tener lagunas es bueno, porque "laguna" es amigo, nada menos.

Será por eso, pero desde luego esta mañana soy un barreño de entusiasmo intentando cubrir lagunas.

- Flashes. Buenos.
- Flashes buenos. Buenísimos.

Se nos va a gastar la cara de sonreír y hasta el Chico Bífido está simpático y adorable y quiero abrazar a todo el mundo, nivel acabar la noche subida a los dos metros del Chico Gigante y no tener miedo.

Porque a veces los problemas de confianza desaparecen. "Trust is not one of my biggest assets", sin duda, pero ni falta que le hace, porque de vez en cuando simplemente estoy bien.

Lo cual casa un poco mal con esta estúpida tendencia a llorar cuando bebo que vengo desarrollando. Pienso que quizás el alcohol me invierte, y que cuando estoy mal y bebo todo es fantástico y de pronto cuando estoy bien y bebo, pues lloro, y pienso todo el rato en Primo #1 y tengo que comprarme al menos unas patatas en el Bocata Vip, porque hacía mucho que no pasaba frente al Bocata Vip.

Pero podría acostumbrarme a lo bien que terminan las llantinas últimamente.

Flashes maravillosos, en fin.

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