24.7.09

Aburrida cual simio

Bueno, pues al fin soy una damisela andante de nuevo. Andante quizá no, más bien renqueante, pero todo se andará (ahora sí).
Empiezo a sentir el vértigo de las horas muertas. Supongo que cuando llegue septiembre no me pesará tanto estar en casa (salir de ella, además, ayudaría); pero de momento me parece poco divertido, la verdad. Empiezo a ver salir de su escondite todo el peso de mi educación materna: me desquician las pelusas, las motas de polvo, la aspiradora sin pasar, los cacharros sin fregar. Esa imagen de maruja obsesionada que me resultaba tan ajena se acerca a pasos agigantados hacia mi identidad. Da miedito.
Afortunadamente, aunque cada poco me levanto y hago un ejercicio de buena voluntad, tampoco estoy para limpiezas generales, por lo que me contento con mi bono mensual de Megavideo y todos los capítulos de The Big Bang Theory, los infinitos tests y quizzes de facebook, y ese enorme potencial desaprovechado de mi lector de feeds. Hoy he visto tantas cosas buenas que casi cuelgo un post de macedonia de plagios. Este mundo está lleno de gente observadora, inteligente y con una exquisita creatividad para la crítica. Por suerte para todos, pero muy especialmente para los que estamos esposados al sofá.
Me he bajado, además, las obras completas (o al menos lo que había de ellas en mi Outlook) del Chico Escritor a mi eBook. Lo que pasa es que en estos momentos mi pequeño Haiku (yo y mi manía de nombrar todo lo que pasa mucho tiempo conmigo) está resultando un poco irritante. De pronto su pantalla parece tremendamente pequeña. Creo que es mi ansia de absorber información, y espero retomar nuestra historia de amor en breve.
Mientras tanto, siempre me quedará jPod...

2 comentarios:

elchicoquequeriaserbreteastonellis dijo...

"Retomar nuestra historia de amor" ¿Con el Chico Escritor? ¿A estas alturas?

La abajo firmante dijo...

Mmmm... Yo creo que no es ambiguo para nada, caballero. Hablaba de mi pelea con Haiku por su tamaño de pantalla. PaYaso :P

Publicar un comentario

Habla tú también. No dejes que esto sea sólo un monólogo.