3.8.08

Los tres patitos y sus extrañas relaciones

Bueno, pues ya pasó. Ya cumplí los 24, y el balance es bueno. No lloré en el proceso. Nada en absoluto. Me dormí dos veces, eso sí, pero eso me parece mucha mejor señal. Hay que estar descansado para todo lo bueno que pueda estar por llegar.
Las vacaciones ya están aquí, y una tiene ganas de hacer dosmil cosas antes de que se me escapen, como cada año, entre los dedos.
De momento, me contento con llegar a Ibiza cansada, para poder cumplir el objetivo de descansar. Se busca Santa Pola. La sensación de que el aire, la luz, el agua, la tierra, todos te rodean y siguen su curso y tú puedes cerrar los ojos porque nada en este mundo depende de ti. Wow. Qué subidón. Me sigue pareciendo que fue ayer.
El resto de mi vida va a ser mejor que esto. Conversación con la Chica Úbeda. Qué cabe esperar tras este año, estos prometedores 23 en 2007, sino cosas que, al menos, no serán peores. Y eso, a veces, es más que suficiente.
Así que a caminar. Ya no quiero correr. Volar, quizá. Pero con red.

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