16.8.11

¿Pony?

Enviar mensajes por WhatsApp que se convierten en tweets y da vergüenza pero en realidad es que es para dar envidia. Volver al estado primario. Tornar en Tamagotchi y vivir de necesidad básica en necesidad básica. Recuperar la plenitud de sentido de la palabra "vacaciones".

Jugar a encontrar palabras rimbombantes. "Rimbombante". "Archidiócesis".

Jugar, en general.

Hacer muchísimo el tonto. Ser muy pequeña y muy feliz.

Crear comisiones para todo, incluyendo decisiones de #acampadachicamariposa que se deshacen porque no están en Facebook y por tanto no son reales. Estar rodeados de gente que nos regala cosas y echar de menos a los punkys pero apañárnoslas muy bien sin ellos.

Cazar Quechuas.

Reírnos como si el fin de semana hubiese sido un viaje de LSD, todo el tiempo.

"Este ha sido el findesemana del porquéno". ¿Nos vamos a Cádiz? Por qué no. "¿Sabes por qué te paro?" Por qué no. "¿Te vale en zona nudista?" Por qué no.

La sensación de estar teniendo un millón de emociones a la vez y que no te quepan dentro y estar tan asquerosamente bien que parece que en cualquier momento van a empezar a llover puntos suspensivos, y que no lluevan. Sobredosis de couldina para evitar gripazos. Todo en un sentido metafórico.

Jugar a empalmar recetas mediante cadáveres exquisitos. Convertir cualquier cosa en un cadáver exquisito.

Que todo sea público y privado y privado-púbico.

Tomar cerveza con arena y que te parezca bien.

Encontrar un trozo de mar que moja menos que los otros.

Dormir hasta las 12.

Básicamente, ser muy feliz. Y pensar poquísimo. Vacaciones.

2 comentarios:

La_Esperada dijo...

Suenan encantadoras...

Ana González dijo...

Quizás lo único que quede por recordar, en este amasijo de sensaciones que me has creado, es que a #acampadanosotros les encanta romper Facebook a altas horas de la madrugada, a altas horas de la mañana, a altas horas de trabajo...

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