31.8.11

Cuanto se podía decir se dijo antes, cuando era divertido y loco y necesario y solo había comas y "sólo" llevaba tilde.

Cuanto no se puede decir sigue sin ser dicho. Sigue sin tener su hueco, ni en el 2.0 ni el Word. Ni en el cuaderno.

La hiperestesia a veces es inenarrable.

Pero si pudiera contarlo, si simplemente pudiera contarlo, quizá podría llegar a escribir algo que algún día pudiera mirar de frente. Un espejo antirreflectante.

A veces lo peor que puede pasar es tener qué contar.

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