8.1.11

Aniversarios

El otro día estuve a punto de escribir que hacía un año que el Chico Extraordinario tenía apodo. Que no es una fecha memorable, pero me pareció curioso que después de un año y con lo irregular que ha sido nuestro contacto últimamente, y con lo poco que me gusta a mí salir la noche de Reyes, dos años consecutivos haya habido un imprevisto y él se me haya cruzado, antes o después.

Luego pensé que el año pasado el Chico Extraordinario era una cosa bastante ambivalente, y que mejor que no. Que los aniversarios, sólo de cosas extraordinariamente positivas (no confundir con positivista si uno no quiere recibir broncas puristas, que no puretas). Si me pusiera a hablar de aniversarios tendría que terminar hablando de 19 de octubre y de 16 y 22 de noviembre, y no me da la gana. Me aburrí de hacer camisetas celebrando haber sobrevivido a años de mierda.

Pero el caso es que el Chico Extraordinario en un año ha pasado de ser ambivalente y conflictivo a ser una especie de boya cuando te estás hundiendo a morir lejos de todos los puertos conocidos. Y que bravo por el 5 de enero, y bravo por esta noche. Porque quién quiere pensar en la gente que no quiere estar contigo cuando puedes pensar en gente que se divierte contigo incluso aunque hables de diarios de investigación y diarios de campo.

Algún día, dejaré de meterme con él y empezaré a darle las gracias. Porque además, entre otras cosas, fue él el que me enseñó dónde mirar si quería tener aniversarios que fuesen obviamente celebrables. Y saber mirar es importantísimo.

2 comentarios:

Destrozaflanes dijo...

Saber mirar es uno de los principales objetivos de 2011 ;)

La abajo firmante dijo...

Para que veas que a todos tienen que enseñarnos ;)

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