Las afueras huelen a ciprés y a barbacoa. A hiedra y a pizarra. A zapatos de charol, a abrigos de piel vuelta. A cadena de bici.
Las calles suenan a domingo, a comprar el periódico y una bolsa de chucherías. Pero también suenan a bromas que se transforman en lucha de clases sin que nadie mueva un dedo para luchar.
Desde las afueras se ve el futuro. Uno con niños y yogurt helado y café con Baileys.
Y jugamos a las casitas, por una vez, porque cuando el resto de los niños lo hacía, Mi Media Infancia y yo jugábamos a las oficinas; y así nos va.
Saturday night (lirirarará)
-
En medio de la fiesta, inicio de un larguísimo atardecer, se me acerca una
chica a la que no conozco de nada y me dice: "Eres muy simpático, me caes
muy...
Hace 2 años
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Habla tú también. No dejes que esto sea sólo un monólogo.