La Chica India se curra una playlist de canciones que escucha en loop, yo me planteo que por una vez es mejor que alguien me preste un bucle ajeno que seguir alimentando los bucles propios (o ese momento en el que por mis venas circulan solo frases de Julio de la Rosa. Todo el rato. Cooonstantemente, que diría la Sobrina Fantabulosa), y no.
No, porque el problema que tienen los bucles es el origen, no el desarrollo. Me da igual cómo de amplio sea el desarrollo: de lo que estoy hartísima es de volver al mismo punto.
El Chico Extraordinario decía el otro día en la charla por Skype más reconstituyente de mi vida que está leyendo mucho, y aprendiendo, y escuchándose, y que había descubierto, gracias a una feminista de cuyo nombre no podía acordarse, de que lo que hay que hacer es dejar de estar enamorado y empezar a amar.
¿Saben esas veces en las que uno piensa que una idea ha estado ahí toda la vida de puro buena que es?
Pues eso.
Amar en vez de estar enamorada. Abrazar en vez de oler.
Ahora mismo no te quiero en mi corazón sino en mi cama.
Quiero querer mucho, pero no está(i)s en mi lista de destinatarios. Todo tiene sus limítes.
Y sé lo que hago y por qué lo hago, pero duele mucho filtrar tanto después de todo este tiempo sintiendo a manos llenas.
Sobre todo, con la música inadecuada.
En bucle.
Saturday night (lirirarará)
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En medio de la fiesta, inicio de un larguísimo atardecer, se me acerca una
chica a la que no conozco de nada y me dice: "Eres muy simpático, me caes
muy...
Hace 2 años
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