13.9.11

Eclatar

Hace años, un amigo empezó a utilizar esta palabra para expresar la necesidad imperiosa de estallar, dejarlo todo, e irse a la India, hacerse monje budista, criar conejos (en la versión de mi padre), o, en su caso, plantarse en México y empezar una vida nueva.

La historia de cómo le fue a él es otro tema, pero probablemente es relevante, al menos en el sentido de "Some people have real problems".

Últimamente, Mi Media Infancia y yo hablamos mucho sobre problemas inventados. Sobre fobias, sobre malos hábitos. Sobre la tendencia al autosabotaje.

Crear alarmas sin una motivación externa y generar una bola de nieve que destruye todo a su paso, porque las cosas empezaban a estar demasiado bien.

Parte de lo que el Chico Extraordinario llama "ser una intensa". Tener que estar enamorada o no estar. Tener que ser perfecta o un maldito demonio.

El autosabotaje, al final, va más bien de esto último. No se trata de que las cosas vayan mal. Se trata de sentir que las mereces, de saber gestionarlas. Y si no estás segura, mandarlo todo a la mierda, y ya está.

El caso es que hace diez días todo iba bien y ahora de pronto el mundo es un agujero negro, activar la conexión a Internet en el móvil me produce temblores de manos, y mi caja torácica ha decidido disminuir dos tallas sin previo aviso.

Y es probable que todo esto haya sido, en gran parte, buscado. Es probable que las cosas estuvieran colocándose y que yo sienta que mi cabeza o mi corazón han acompañado ese proceso.

Pero el caso es que ahora mismo ser monja budista suena fenomenal y que tengo muchas, muchas, muchas, muchas ganas de no volver a ver a nadie nunca más.

Solo quiero guardar silencio.

11.9.11

Matices

Una de las cosas que más me gustaría aprender es cómo se distingue lo que quieres de lo que necesitas, de lo que te sienta bien, de lo que te apetece, de lo que ansías, de lo que aspiras a tener o a que te pase, de lo que te gusta, de lo que no te molesta, de lo que ya es rutina, de lo que te conviene, de lo que crees que deberías querer, necesitar, ansiar, pretender, disfrutar, tolerar.

Y poder ordenarlo todo en forma de escalera y ponerle colores a los peldaños, y sorprenderme de que llegue hasta arriba.